Los niños tienen sus habilidades en pleno desarrollo. En el bádminton para niños ocurre lo mismo. La altura de la red es más baja, se emplean volantes sintéticos en vez de los de plumas que son más delicados y las raquetas son más cortas. El tamaño de la cancha también se adapta. En cuanto a la edad, se puede practicar a partir de los 8 años.

El bádminton desarrolla habilidades psicomotoras, se desarrolla la agudeza visual, para captar la trayectoria del volante y poder devolverlo a tiempo. Se desarrolla la percepción del espacio, con la delimitación de la pista de juego. También mejora la agilidad y la rapidez de reflejos, además de la coordinación, el equilibrio y la concentración.
Además, las muñecas tienen un papel muy importante, ya que los movimientos han de ser muy precisos.
El juego del bádminton para niños también es muy interesante para el desarrollo social. Mediante su práctica se favorece la comprensión, adhesión y cumplimiento de las normas, tan necesarias para ordenar el juego. También favorece valores como la empatía y el respeto por el contrario, cuestiones que les serán muy útiles en la vida adulta.
Recordar y poner en práctica los consejos tácticos básicos propios de estos deportes. Desarrollar la coordinación y la capacidad perceptivo-motriz. Favorecer el trabajo en equipo y la cooperación. Organizar y participar en torneos, poniendo en práctica los elementos técnico-tácticos aprendidos.